viernes, 16 de abril de 2010

Belleza

[...] Iban dos niños paseando cuando, al llegar a la cima de una colina, la niña abrió los ojos sorprendida y exclamó:
-¡Oh! ¡Es la cosa más bonita del mundo!
Continuaron avanzando por el camino y según iba pasando el tiempo la niña se emocionaba más y más:
-¡Dios mío! Es la cosa más bonita que he visto en mi vida.
Siguieron por el serpenteante camino que bajaba de la colina, con árboles a su alrededor y prados llenos de flores, mientras tanto, la niña iba comentando a su amigo, fascinada:
-¡Es lo más bonito del mundo!
Ésto lo dijo una niña calva. Una niña calva en una silla de ruedas empujada por una enfermera, la niña veía cuál era la cosa más bonita del mundo; él, sin embargo, no.
¿Cómo podía ser que el niño a su edad, que había leído tanto y había visto tantos países, tantas culturas...a lo largo de su vida, no supiera cuál era la cosa más bonita del mundo?[...]


Antonio Tabucchi, "El tiempo envejece deprisa"


PD: La transcripción ha sido un poco libre, pero es todo lo que puedo hacer de memoria después de una semana, espero que se capte la idea principal.

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