martes, 21 de diciembre de 2010

Gominolas

Una sonrisa cruzó su cara mientras observaba pasar a la gente del centro comercial, su amiga la miró interrogante, ella amplió aún más su sonrisa y robó un osito de goma de los labios de su acompañante; ésta se encogió de hombros y cogió otro osito.

Le gustaba mirar a la gente en los centros comerciales, sentarse en uno de los bancos-a ser posible con comida-y observar a los sujetos de innumerables teorías. Vio pasar a un hombre con una bufanda y sonrió recordando la clasificación gay que había hecho con una amiga unos meses antes, se le escapó una carcajada y su amiga volvió a mirarla contrariada:
-¿De qué te ríes?
-De nada, es que soy feliz.

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