miércoles, 26 de enero de 2011

Invierno

Siento la frialdad del parquet helandome los pies y pienso en ti. Pienso en tu tacto intenso y efímero a la vez, casi volátil, pienso en tus dedos entrelazados con los míos de forma casual, como si en realidad no fueras consciente de estar tocandome, pienso en tu sonrisa y en la emoción contenida en tus palabras cuando me interrumpes para dejar salir los pensamientos que atraviesan tu mente de forma aleatoria.

El frío del suelo me recuerda a los libros y a la música de la que hablamos, me recuerda a Shakespeare y al hipotético futuro con el que nos gusta soñar. Me hace querer tenerte cerca, verte, tocarte, sentirte pasar horas contigo y creer que sólo han pasado minutos, me hace querer pasar horas hablando en la terraza de todo y de nada hablando sin hablar, mirando sin ver, viendo sin mirar, hasta que el frío nos obligue a entrar en casa y tu te sientes en la cama apoyada contra la pared y digas "pollo" y yo te mire confusa.

Dices que tus amigos te echan de menos pero a mi el invierno me recuerda a ti, los libros de mis estanterías me susurran tus palabras, las series me traen a la mente tus comentarios, las preguntas que los profesores no responden, los comentarios que gritan "quiero atún!" de cierta mujer, las canciones del i-pod...todo me hace pensar en ti y siento, tal vez por tener los pies fríos, o porque en invierno no hay señoritas a las que alimentar, el pequeño vacío que dejas cada vez que escapas a la gran ciudad.