viernes, 22 de enero de 2010

Despensando.

Antes de nada haré un esquema de los pensamientos que me llevaron al tema principal de esta entrada:

Las uñas se me ponen azules con el frío-azul como los pitufos-los pitufos me recuerdan a los gnomos-los gnomos a los enanos-los enanos a los elfos-los elfos a la mitología.

Una vez empecé a pensar en la mitología, me di cuenta de que muchas de esas criaturas ni existen ni pudieron existir por unos pequeños inconvenientes prácticos que parece ser no se tuvieron en cuenta a la hora de crearlos.

Centauros: Como ya sabréis los centauros son esos seres mitad caballo mitad humano, bien, sobre éstos yo tengo un par de preguntas. ¿Qué come un centauro? Si comen como los humanos tendrían serios problemas a la hora de sentarse a la mesa y si comen como los caballos tendrían también serios problemas para llevar la boca (o incluso las manos) hasta el suelo, recordemos que además de la altura propia de un caballo tenían el añadido de un cuerpo humano y es algo considerable, además, si comen hierba como los caballos...bueno, eso sería tremendamente humillante para la parte humana.

Por otra parte tengo el convencimiento de que los centauros sufrirían terribles dolores de espalda y a ver quien es el guapo que les hace un masaje cada 30 segundos. Lo del dolor de cabeza tiene una razón de ser, por que...¿quién no ha sufrido alguna contractura por la mala postura? Pues imaginad vivir con un ángulo de 90º en la espalda, todo un suplicio.

La Hidra de Lerna: Para los que no la conozcan, se trata de una serpiente acuática con varias cabezas (entre 5 y 100) y aliento venenoso. La hidra sólo tiene un problema: sus muchas cabezas. Si ya nos es difícil decidir ciertas cosas contando con tan solo un cerebro...con 100 tiene que ser un caos, si cada cerebro, cada cabeza, quiere ir en una dirección, ¿hacia donde se mueve el cuerpo?

Leprechaun: Estos pequeños y simpáticos duendes irlandeses son simplemente demasiado pequeños, ¿quién asegura su supervivencia si un grupo de seres humanos salen en su busca? Está claro que todos murieron aplastados.

Sirenas: Este tema ya ha sido tratado más veces pero las sirenas o eran inmortales o no podían reproducirse. Un bebe sireno, ¿es un mamífero?¿El lado humano nace separado del lado pez?

PD: Sé que toda esta entrada es una soberana estupidez, pero en vista del próximo examen de química, no doy para más.

miércoles, 13 de enero de 2010

Vainilla, brownie y caramelo.

Y es en días como este en los que te sientes fascinadamente abstraída, o abstraidamente fascinada o simplemente abstraída por la fascinación, en los que te apetece decir mil cosas mientras no dices ninguna, sonreír con la mirada, sentirte libre y dejar que otros lo sientan, te apetece mirar a alguien a los ojos y que se pasen las horas, reír, jugar, sacar fotos, dibujar... ser un pequeño torbellino sin moverte del sitio.

Días en los que te miras al espejo y te ves guapa, días en los que sabes que todo puede ir bien simplemente porque no hay razón para que no sea así, días en los que te crees capaz de cambiar el mundo, de enamorar a primera vista, días en los que sientes el paso de las olas en tu cuerpo, en los que cada vibración de esa canción hace que se te pongan los pelos de punta.

El tipo de día en que no te importa decir andé o conducí o incluso debateé, porque todo ese tipo de palabras suenan a colores, suenan a música y a diversión y por una vez, en días como éste, dejas de preocuparte por lo que debería ser correcto o no y centras tu energía en sentir y en vivir.

¿La causante de todo esto? Ni yo sabría decir quien es, mientras tanto, regalo mi mejor sonrisa al mundo, no vaya a ser que pase por allí y decida mirarme, no vaya a ser que quiera verme y sonreírme también. Y es que es en días como hoy en los que la vida puede darte un regalo de cumpleaños.

viernes, 8 de enero de 2010

Reflexiones de una mente inquieta.

subtítulo: En memoria de mi querido antiguo blog, amante, amigo, ilusión, amor, pasión, abandono, desastre, despiste...pero sobre todo:primero y único.

-No se me da bien escribir diálogos...
-¿Por qué?
-No me gustan, me parecen forzados.
-Pero no puedes escribir un libro sin ningún diálogo, sería una locura.
-Creo que es porque no se me da bien la gente.
-Eso no es verdad.
-Sí que lo es, no se me da bien la gente y lo sabes.
-Pues mira por donde yo soy gente y encima estás escribiendo un diálogo.
-Pero que me lleve bien contigo no significa que se me de bien la gente, en general, en colectivo, tu eres diferente...y sigue sin gustarme escribir diálogos.
-En fin...lo del diálogo tienes que hacerlo, no hay más, así que hala, ponte.
-¿Y sobre qué quieres que hable?
-No lo sé, sobre lo primero que se te pase por la cabeza.

Miró pensativa por la ventana mientras su amiga esperaba, de pronto giró la vista hacia la pared y una sonrisa apareció en su rostro.

-¡Lo tengo!
-¿Sí? ¡Dime!
-Esa mancha de ahí, la de la pared
-¿Qué mancha?
-La de humedad, recuerdo que hace unos años quise sacarle una foto a esa mancha pero nunca me acordaba de traer la cámara y al final no lo hice...
-¿Y qué tiene de especial esa mancha?
-Que parece una bailarina de danza del vientre, aunque tiene el ombligo un poco arriba, pero bah, no importa, sigue siendo genial.
-No lo veo...
-Sí sí, mira, ahí al lado de lo que parece una enredadera, baja el cuerpo, ese punto es el ombligo y ahí abajo está la falda.
-Confirmado, tienes un exceso de imaginación.

jueves, 7 de enero de 2010

Ceguera

Fogonazo. Estruendo. Golpe. Oscuridad.

Alguien grita, una mujer, ¿por qué no se callará? Quiero silencio, quiero tranquilidad, ¿quién grita? dios, ¡que se calle ya! grita de dolor, le habrá pasado algo...bah, que se joda... un momento, esa voz me suena...¡soy yo!

¿Por qué grito? ¿por qué no veo? Me quema, intento abrir el ojo y me quema, ¿qué ha pasado?

Ahora oigo a más gente a mi alrededor, sigo sin poder ver pero reconozco algunas voces. Mi hermana llora, nunca la había visto llorar, noto como una lágrima resbala por mi mejilla izquierda, ¿que le pasa a mi ojo derecho? ¿por qué no reacciona? ¿por qué no puedo abrirlo? Alguien me abraza, hace que me sienta mejor, un hombre con acento colombiano me pide que aparte las manos de la cara, ni siquiera me había dado cuenta de que las tuviera ahí, hago caso a mi cuñado y por fin veo su cara. Está preocupado, veo a más gente mirándome, mi padre, mi tío...todos están serios, mi padre me lleva corriendo al baño y me lava la cara con agua. Me quema, me quema mucho. Sostiene mi cara con las manos y me pide que abra el ojo derecho. No puedo.

Bajo de la furgoneta apretándome la cara con un pañuelo ensangrentado, llego a la puerta de urgencias y me sorprendo al ver que no hay nadie, ni una sola enfermera. Encuentro el timbre en la puerta y lo pulso, aparece una enfermera que me abre la puerta. Le sonrío y le felicito el nuevo año, ella también me mira con preocupación, estoy cansada de esas miradas, estoy bien, ¿no lo ven? ¡estoy bien!

La doctora me pide que le explique que ha pasado, la verdad es que no lo sé, estabamos tirando cohetes con una tabla que tenemos preparada para eso, mi hermana estaba echando uno, yo estaba lejos hablando con mi cuñado, de pronto vi un fogonazo y escuché un ruido, sentí un golpe en el ojo y a partir de ahí empezó a sangrar y a quemarme.

Me abre el ojo y lo lava con suero, por fin un poco de alivio para la quemazón, empiezo a decirle insensateces sobre la forma de empezar el año y sobre los piratas, ella también me mira con preocupación pero el enfermero sonríe. Me cae bien. Él también se da cuenta de que estoy bien.

Me dice que tienen que taparme el ojo, pero que antes quieren que lo vea, me llevan al baño y me miro al espejo, desde luego es más feo de lo que esperaba, vuelvo a la consulta y me tumbo de nuevo en la camilla, la doctora me pregunta qué tal lo he visto, le contesto que es feo pero que se ve que el ojo está bien y que tampoco es tan grave. Me mira curiosa y saca unas pinzas y un poco de betadine, por un momento me asusto e imagino las mil formas en las que puede taparme un ojo, ella ve mi cara y me explica que tiene que quitarme unas pestañas y que el betadine es para la herida. Me relajo, cierro los ojos y dejo que haga su trabajo, cuando termina saca un parche y me lo coloca en el ojo. Dentro de una semana tengo que volver. Es una curiosa forma de empezar el año, desde luego, pero no me han dado una piruleta y me indigna.